El mundo se ve completamente diferente si nuestras gafas graduadas están limpias, por eso, tenemos que cuidar nuestras lentes y las de nuestro peque. Quitar las manchitas puede parecer fácil, pero en realidad lleva su tiempo y hay que hacerlo siempre de un modo correcto.
Los niños están de un lado para otro, poniendo y quitándose las gafas continuamente, y esto influye en su visión. Es importante limpiar sus lentes con frecuencia y enseñarles cómo hacerlo. Así, lograremos que nuestro peque mantenga una buena calidad de visión y pueda disfrutar de sus actividades favoritas.
En NanoVista ofrecemos los consejos más importantes para limpiar las gafas graduadas de los más pequeños:
Consejos para limpiar las gafas graduadas
Mantener una limpieza adecuada de las gafas graduadas de los más pequeños, no solo va a garantizar su durabilidad, sino que también puede prevenir cualquier tipo de contagios (algo muy importante actualmente) como, por ejemplo, evitando gestos como limpiarlas con el vaho de la boca.
Lo más recomendable es utilizar productos específicos para la limpieza de los cristales de las gafas graduadas, así como una gamuza de microfibra. Sin embargo, no todo el mundo tiene a mano estos artículos, pero no pasa nada, porque en NanoVista tenemos más trucos para limpiar las gafas graduadas.
Conoce los mejores consejos para limpiar las gafas graduadas de los más pequeños (y no tan pequeños, ya que estos trucos también sirven para los adultos):
- Lavar las manos: es importante que, antes de limpiar las gafas, las manos del niño y las de los padres estén aseadas. De esta forma, se evitará que la suciedad o la grasa que puedas tener en la piel se transfiera a las lentes.
- Usar jabón neutro: este método es muy eficaz y es el más utilizado. También puedes limpiar las lentes con el jabón de manos, ya que el resultado será el mismo. Las lentes deben secarse con un papel que tenga una textura suave y, sobre todo, tenemos que confirmar que las gafas del niño están completamente secas.
- Frotar con suavidad. Debe limpiarse todas las partes de la gafa durante unos segundos. No hay que olvidarse de que los pequeños están en continuo movimiento y pueden sudar o acumular más polvo de lo normal. Por eso, es necesario acordarse de las almohadillas de la nariz y de los extremos de las varillas que se apoyan por detrás de sus orejas.
De nada sirve limpiar las gafas constantemente, si no son guardadas en el sitio que le corresponde, es decir, en un estuche de gafas. Enseña a tu hijo a guardar las gafas en un estuche en el momento en el que se las quite, por ejemplo, para hacer alguna actividad o para dormir.
Siguiendo los consejos anteriores, las gafas de tu pequeño se mantendrán limpias durante un periodo de tiempo más largo. Entonces, ¿ya tienes las gafas NanoVista listas para desinfectar?